Hoy me he encontrado con una amiga en el supermercado y me ha preguntado que podía hacer para cenar, estando ella sola, que no le de mucho trabajo y que sea fácil y ligero.
Pensando algunas cosas, he recordado una receta que hacía mi madre cuando era pequeña y necesitaba una cena socorrida.
Y que a mi la verdad me encantaba y la sigo preparando.
- 2 Huevos
- 2 lonchas de queso
- 1 loncha de jamón york grande o dos pequeñas
- 1 tomate
- aceite de oliva
- sal.
Cortamos el tomate en rodajas y reservamos.
Batimos los huevos, ponemos un poquito de sal y ponemos en la sartén previamente untada con un poco de aceite.
(Por si alguien no sabe hacer una tortilla francesa os explico como le damos la forma)
Una vez añadido el huevo a la sarten, dejamos que cuaje un poco y con un tenedor cogemos un lateral y doblamos llevando un extremo hacia el interior y volvemos a hacer lo mismo con el otro extremo. Una vez tenemos la tortilla a modo de sobre y con ayuda del tenedor le damos la vuelta para que se haga por la parte de arriba y quede sellada.
Una vez dada la vuelta a la tortilla y aún en la sarten ponemos las dos lonchas de queso por encima cubriendo la tortilla y dejamos un poquito para que se funda.
Retiramos la tortilla a un plato y reservamos.
En la misma sartén ponemos la loncha de jamón y la pasamos por los dos lados, rápido porque se hace enseguida.
Ponemos la loncha de jamón sobre el queso cubriendo toda la tortilla.
Y colocamos las rodajas de tomate en fila por encima de la tortilla, ponemos un poquito de sal al tomate y un chorrito de aceite de oliva.
Si te apetece puedes acompañarla con unas hojas de lechuga, escarola…
