Cada año del 1 al 10 de Octubre, se celebra en Betanzos la semana de la tortilla.
La diferencia, poco hecha y sin cebolla.
Una delicia para los amantes de la tortilla.
Que la patata sea gallega, es fundamental.
Tiene un sabor muy diferente al resto.
Y si los huevos son de campo… Una exquisitez.
Para esta receta necesitas:
6 ó 7 Huevos de campo, depende de su tamaño (He utilizado los que me regalaron María y Chiwi de sus gallinas)
5 (si son más bien pequeñas) patatas gallegas.
Aceite de oliva virgen extra
Sal.
Pela y lava las patatas.
Corta en rodajas finas la patata.
Pon una sarten al fuego y añade un dedo de aceite.
Añade las patatas y deja que empiecen a freír, no pongas el fuego muy fuerte y tapa la sarten.
Remueve de vez en cuando, añade la sal y vuelve a tapar, hasta que la patata empiece a tomar un color dorado.
Una vez hechas, retira del fuego y deja reposar tapadas 2 minutos en la sarten.
En un bol, bate los huevos, no demasiado y añade sal.
Con una espumadera, recoge la patata y añade al bol de huevo.
Mezcla bien.
Pon a calentar una sarten a fuego alto y añade un chorrito de aceite de freír las patatas.
Con la sarten bien caliente añade la mezcla de huevo y patata.
En cuanto empiece a cuajar por los bordes, cubre la sarten con un plato grande y dale la vuelta.
Vuelve a poner la tortilla en la sarten y cuaja el huevo.
Esto debes hacerlo rápido y con fuego alto.
Ya que queremos cuajar el exterior y no el interior.
Coloca en el plato y deja reposar cinco minutos antes de cortarla.
Listo!!!