En mi familia materna, repartidos por El Bierzo y Galicia, han ido pasando de una generación a otra las recetas de casa.
Y esta entre otras, es una receta sencilla que recuerdo desde pequeña.
Para esta receta necesitas.
Mejillones limpios cocidos o al vapor con su caldo de cocción.
1 cebolla
1 vaso de vino blanco
1 guindilla
1 cucharada de harina
1 cucharadita de pimentón
Aceite de Oliva
En una sarten con aceite pocha la cebolla hasta que esté transparente.
Añade la harina y mueve bien, cuando tueste (muy poco, solo para quitar el sabor de harina y que espese bien), añade el pimentón.
Mueve, y pon atención que no se queme.
Añade el vasito de vino blanco, mueve.
Añade 2 vasos de agua y el caldo de cocer los mejillones a voluntad (Según te guste de fuerte la salsa le pones más o menos)
Mínimo un vaso.
Añade la guindilla.
Deja en el fuego hasta que reduzca y quede una salsa espesa.
Tritura todo con una batidora.
Coloca los mejillones en una fuente con fondo y añade la salsa por encima.
Listo!!